jueves, 24 de marzo de 2016

Agustín Tosco, ajedrez y recuerdo

En esta semana de la Memoria, en relación a los hechos acaecidos el 24 de marzo de 1976, reproducimos algunos artículos que consideramos emblemáticos y que habían sido publicados hace años en nuestro antiguo espacio de Educar.


Carta
te escribo en una hojita de papel
caída del cuaderno del hijo
con una baca un burro
sumas restas
esta carta que enviaré jamás
tiene delicias y tristezas
y cuando la leías
te ponías muy dulce
porque yo no escribía nada
pero cantaban los pájaros
azules de la izquierda
volaban a tu sombra y callaban
con los ojos abiertos
como memorias en la noche
Juan Gelman
Cuando el eco del dolor lejano aún no se ha acallado, cuando a fuerza de adaptarnos al presente corremos el riesgo de perder el porvenir y de olvidar el ayer, que es la nostalgia de nuestra juventud y de nuestros sueños, entonces retrocedemos la jugada, hacemos a un lado el reglamento y volvemos a pensar. Estamos tratando de mejorar la partida, aunque sabemos que la obra no es ni será perfecta, pues ya hace tiempo que hemos abandonado esa ilusión. Quizá solamente queremos volver a sentir que el café, la mesa y el juego nos hacen cómplices de un mismo afán, el de la libertad.
Agustín Tosco en otro tablero luchó por la emancipación y la dignidad de la clase trabajadora y fue consecuente hasta el fin. Heredó de sus mayores un cielo límpido y una promesa de patria justa y soberana, y jugó la partida de la construcción nacional denunciando a los infiltrados del doble discurso y a los de siempre: capataces, burócratas y providenciales. No desclasó su condición de hombre honesto y simple y en la alianza de trabajadores y estudiantes apostó a encontrar la conciencia revolucionaria que transformaría la realidad. tosco.jpg
Desde nuestro lugar y en su homenaje publicamos esta carta de A. Tosco a su hijo de 11 años con motivo de su cumpleaños, que amablemente nos hiciera llegar el MI G. Soppe por gentileza de la Revista Electrun, prensaluzyfuerza@argentina.com.ar y del periodista Dante Maldonado, en donde manifiesta que le regala un juego de ajedrez porque le será útil, si no ahora en el futuro.
Eran tiempos de persecución y refugio, pero no de olvido, y en la celebración hay el traspaso de un legado, que virtudes aparte, es fundamentalmente un lugar de relación.
Por eso en estos días de marzo recordamos a un hombre, que como muchos aficionados al ajedrez, no tenía otra pretensión que a veces jugar una partida, "que así se llama", a esto de estar frente a ti.


Córdoba, 23 de junio de 1975
Para Héctor Agustín Tosco.
Queridísimo hijo:
Tengo una gran emoción al escribirte. Hoy cumples once años de edad y yo te siento todo un hombrecito. Hubiera querido estar contigo, conversar mucho, que me contaras tantas cosas, y yo contarte otras. Ahora se me hace un nudo en la garganta y casi no sé que decirte. Como lo sabes, aun cuando no lo comprendas totalmente, no puedo ir a verte. Todos correríamos serios riesgos y yo no quiero que no les pase nada a ninguno, ni a vos, ni a Malvina, ni a mamá. Tampoco se creyó conveniente que te viera en otro lugar más seguro. Por eso he quedado muy triste.
Hubiera querido hacerte un regalo grande y hermoso, el que más te gustara. Como me han despedido del trabajo no cobro sueldo; como me persigue la policía y me ha amenazado las "Tres A", vivo de la solidaridad económica y del amparo de mis compañeros. Estoy ajustado a ciertas privaciones, pero no podía olvidarme de ti. He hecho comprar un juego de ajedrez y te lo envió como presente por tu cumpleaños.
Este juego de ajedrez, si lo aprendes, te será muy útil, se dice que el ajedrez es un “juego-ciencia”, porque en la elaboración de las jugadas hay que pensar, prever las jugadas contrarias, darse un plan, readaptarse a situaciones no previstas, reencausar el proyecto original. Este juego entrena la memoria porque es preciso retener muchas jugadas, ayuda a ser paciente y a ser tenaz. No pude encontrar un librito de instrucciones elementales pero puedes encargarlo al tío Enrique y él seguramente te lo conseguirá. Yo creo que este juego puede entusiasmarte, pero si no lo es de inmediato, guárdalo, que más adelante te gustará. Si la suerte nos acompaña tal vez no pase mucho tiempo en que podamos entablar una partida, que así se llama jugar al ajedrez. En fin, espero que te guste, ese es mi deseo.
También te envío unas golosinas para que las compartas con mamá y Malvina. Las golosinas siempre gustan ¿verdad?.
Querido Héctor: siempre me recuerdo cariñosamente de vos, de Malvina y de mamá. Todas estas cosas que suceden son muy duras. Pero, hijo mío, la verdad y la justicia triunfarán para el bien de la clase trabajadora y del pueblo, que es por lo que luchamos todos. Queremos un futuro en paz y bienestar para todos los seres humanos.
Ten la seguridad, que tarde o temprano lo lograremos.
Querido hijo, te deseo muchas felicidades en tu cumpleaños. ¡Que los cumplas feliz!.
Hasta pronto. Muchos besos y abrazos.
El papi (Agustín Tosco

No hay comentarios:

Publicar un comentario