A Steinitz le preocupaba en grado sumo entender el porque de las espectaculares victorias de jugadores como Anderssen, Morphy, Pillsbury, Chigorin y muchos otros. Por entonces, plena época del ajedrez romantico, era consenso general creer que se debía tan solo al genio o a la inspirada intuición de los maestros. Esta explicación dejaba abierta muchas contradicciones y preguntas insatisfechas, por lo cual pensó que el camino a recorrer, era encontrar una razón que fuera inmanente al propio juego. El haberlo hecho fue su gran merito. Esta razón tenía como sustento la evaluación, la cual se fundada en el conocimiento de los principios y en la propia experiencia. Ella debía indicarnos el momento de la combinación, ese momento sublime en el que se descarga la tensión acumulada en el tablero. En este afán de explicar la magia de las combinaciones, los ataques fulminantes y los bellos sacrificios, Steinitz sentó las bases del ajedrez moderno y del pensamiento científico en el ajedrez,
Un ajedrez educativo debe recoger sus enseñanzas, pues en ellas de se depositan lasa posibilidades de un disciplinamiento lógico del pensamiento humano.
Lo que sigue es una posición de una partida jugada con blancas contra Zukertort.Se destacan dos ventajas, un peón pasado en e5 y el peón negro atrasado de f5. Por lo tanto, el peón pasado, el peón retrasado de las negras y el hueco en f4 para ser ocupado por el caballo, deben constituir la razón de una correcta evaluación para la busqueda de la victoria.
Se trata de encontrar la maniobra que aprovecha la ventaja presente y el momento de la combinación que culmina la partida.
En caso de 3..., Rd2 invito a continuar con el análisis y evaluación de la posición, para encontrar el nuevo camino al triunfo.
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