el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Antonio Machado
.
Anales y narraciones para un Ajedrez Educativo en un fin de ciclo
HOY
Quince de noviembre de 2016. Un día quizá como tantos, pero
con la clarividencia que me siento a escribir con una escéptica desazón, ante el hecho
concluido de la devastación de las Acciones y Programas de la Dirección
Nacional de Políticas Socioeducativas del Ministerio de Educación de la Nación,
lo que también ha implicado la propia liquidación
operativa de la DNPS, como una
eficaz herramienta de trabajo para la inclusión y la calidad educativa de las poblaciones que adolecen o han adolecido de oportunidades para conocer y sentir aquello que te puede dar un destino.
Causa indignación ver el estado actual de nuestra querida
DNPS, que cobijara hasta fines de 2015, un importante número de Programas, que
en su recorrido y desarrollo, trasladaron a la patria educativa un
significativo flujo de acciones, emprendimientos y actividades, destinados a
reparar, corregir y compensar la profunda desigualdad que tiene nuestro país en
el acceso a los bienes culturales de todo tipo. Fue una sentida tarea de
democratizar el conocimiento, despertar y sostener vocaciones,
soterradas por la injusta distribución de bienes materiales y disposiciones
espirituales, que en conjunto contribuyen decisivamente a que los individuos
puedan tener un lugar en el mundo. Se trataba en principio de recuperar el rostro,
la palabra y la emoción de niños, jóvenes y adultos para hacerlos más visibles
y humanos.
Golpe a golpe, verso a verso
La Dirección cobijó hasta finales del 2015 un importante número de
Programas e iniciativas que en conjunto contribuyeron a un
significativo enriquecimiento y fortalecimiento en las personas en su capacidad de sentir y expresar su sensibilidad, sus deseos sus gustos, su inteligencia. Apreciar el mundo y al
mismo tiempo poder inventarlo era educar sentimientos, emociones y razones, para
que tuvieran la posibilidad de vivenciar experiencias significativas y
trascendentes, particularmente para una vida comunitaria más generosa,
solidaria, justa y diversa.
Al solo efecto de poder mencionarlos, hacerlos conocer y otorgarles un generoso reconocimiento,
estos Programas y líneas de intervención de la DNPS fueron: Centro de Actividades
Infantiles (CAI), Desarrollo Infantil, Turismo Educativo, Centro de Actividades
Juveniles (CAJ), Mesas Socioeducativas, Red de Organizaciones Sociales,
Orquestas y Coros, Apoyo para Escuelas Albergue, Aporte para la Movilidad,
Apoyo para Educación Especial, Fondo
para Equipamiento Deportivo, Apoyo a Escuelas de Personal Único y Grados
Agrupados, Parlamento Juvenil del Mercosur, Centros de Estudiantes, Muestras
Gráficas Itinerantes, Educación Solidaria, Ajedrez Educativo, Escuela, teatro y
comunidad, Libros, Becas.
Un Programa
de Ajedrez Educativo
En la intuición, de que una valoración distinta e
instrumental de los Programas de la DNPS se hacía presente con el advenimiento
del nuevo gobierno de Cambiemos, quiero recordar algunos de los párrafos de lo
escrito por mí en aquel diciembre de 2015, ya con el presentimiento de la
necesidad de dejar testimonio e
inventario de nuestro Programa de Ajedrez
“Habiendo pasado trece
años desde su creación, el Programa Nacional de Ajedrez Educativo,
reconoce para sí haber transitado por una etapa de construcción y
consolidación, que actualmente le permite una presencia activa y en desarrollo
en cada una de las 24 Provincias de nuestro país. Si bien el mosaico no es
uniforme y hay particularidades y variaciones en este devenir, que responden a
la diversidad de situaciones provinciales, en cuanto al tiempo de instalación y
posibilidades de gestión de sus respectivos Programas, hemos podido en este
tiempo primigenio y original, elaborar en forma consensuada, una agenda de
metas y aspiraciones, que representan a
un colectivo de voluntades, que se traducen en una multiplicidad de tareas y
logros compartidos y en una importante movilización de recursos materiales,
humanos y financieros”.
“En definitiva
podemos decir que hay una primera tarea concluida pero no finalizada, en el
sentido que lo hecho ha labrado un camino de realizaciones, pero también de
preguntas e inquietudes, que nos plantean el desafío de crear una agenda
renovada, que preserve lo hecho y que nos abra a nuevas posibilidades de
avance, para en algunos casos reforzar y en otros casos crear y recrear, líneas
de trabajo que refuercen el compromiso
socio-educativo del programa. En tal sentido hay una agenda de trabajo por delante, etc,etc."
También me preguntaba sobre la necesidad de
equilibrar el diseño de nuestras acciones y propuestas, yendo más allá de lo escolar como expresión educativa, y abrir más el
campo de lo pedagógico y formativo a las múltiples dimensiones de la vida social, para no
quedar presos de las particularidades de la tradición escolar, su gramática y
sistema.
Eran preguntas, inquietudes y necesidades para el nuevo
tiempo que se inauguraba con esta nueva conducción política
y que nos reclamaba la responsabilidad de renovar nuestra creatividad y
sentido de la oportunidad, siempre pensando que los fundamentos de nuestro
Programa no eran una cuestión de fe, sino de reflexión crítica sobre las
posibilidades que brinda la enseñanza del ajedrez desde un punto de vista socioeducativo.
En este sentido y en base a la experiencia acumulada nos acuciaba la necesidad
de repensar ciertas contradicciones que aparecían como límites al desarrollo
del Programa. Eran límites artificial y arbitrariamente construidos y que
ponían en entredicho y segmentaban una práctica que al ser social era global.
Desarrollos propios de su naturaleza de juego y deporte, no eran necesariamente
contradictorios con la necesidad de posibilitar desde su aprendizaje y práctica,
el pasaje a la creación de una ética de la responsabilidad, como tampoco negar oportunidades para el desarrollo de un
pensamiento reflexivo y autoconsciente de si mismo, de nodo que replicara e incentivara
prácticas consecuentes con su carácter y exigencia de investigación, ciencia,
lógica y creatividad. En este sentido podía el ajedrez ejercer una influencia
positiva para la liberación de tabúes y superación de ataduras.
Caminante no hay camino, solo estelas en la mar
Han pasado diez meses de aquellas cavilaciones, los
Programas y su gente han sido expulsados y la DNPS convertida en un simulacro
de lo que era. Las intenciones de trabajo y continuidad destruidas, la gente expulsada de sus lugares de trabajo, todo a cambio de
absurdos argumentos de orden y eficiencia administrativa. En realidad había que
abolir aquellas herramientas que podían dar a la gente la posibilidad de pensar
por sí mismas y ser protagonistas de su propia historia. Sin embargo tras esta
destrucción queda el aprendizaje de una época y el calor de sentirse cerca,
aquella intimidad que no se olvida y el repudio a esta extranjería que nos
quiere volver a convertir en anónimos.
Por eso estas líneas, para que se sepa la verdad, oculta en el enmascaramiento y la retórica actual del establishment y de los medios
hegemónicos al servicio de esta desarticulación de la conciencia de una educación liberadora .
Por si no queda claro miremos estos números, que no son
exhaustivos pero reflejan dos momentos bien marcados en el desempeño del
Programa.
Durante el 2015 el Programa Nacional de Ajedrez Educativo,
organizó, coordinó y colaboró en 31 eventos, que se realizaron desde Tierra
del Fuego a Salta, con la participación de casi 6.000 alumnos y alumnas de escuelas públicas. Se entregaron
aproximadamente 20.000 libros y juegos a escuelas y colegios del estado,
Bibliotecas públicas, Escuelas Municipales, Escuelas carcelarias, Centros de Jubilados
y Asociaciones comunitarias.
Durante el 2016 los eventos fueron 4, y participaron 675
alumnos. Se entregaron unos 200 juegos y algunos libros, rezagos del 2015. La
pizarra de actividades, que colgaba en nuestra oficina y anticipaba lo que
venía, casi en blanco reflejaba anotaciones menguadas para una realidad
mezquina. Promesas y ausencias en un itinerario sin gloria.
Todo está clarísimo. La permanente falta de tareas, las
horas en blanco, eran el prolegómeno de los argumentos falaces que solo aspiraban
a desmantelar ese foco de resistencia al olvido.
Desde el mes de setiembre Enrique Samar y quien esto escribe
ya no pertenecemos a lo que queda del Programa de Ajedrez. Nuestro respeto y cordial saludos
a todos aquellos, a los que conocimos y a los que no, a los que desde hace 13
años compartieron esta ilusión de saber que del otro lado del tablero estabas
tú, con tus sueños, tus deseos, tus miedos y tus esperanzas, animándote a expresar y decir esa palabra que establece un
puente indestructible, el de los afectos compartidos.
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